El escritor
alemán Ernst Jünger fue enterrado ayer en
Wilflingen
Wilflingen (Alemania). Efe
Más de dos mil personas asistieron ayer al funeral
del escritor alemán Ernst Jünger, que tuvo lugar en
la localidad de Wilflingen, en el suroeste de
Alemania, donde residía. El canciller Helmut Kohl
estuvo representado por el ministro de Estado, Anton
Pfeifer.
Durante el
funeral celebrado en la pequeña iglesia del pueblo,
el jefe del gobierno de Baden-Wuerttemberg, Erwin
Teufel, dijo que el controvertido escritor fue «una
personalidad excepcional». «Con la muerte de
Jünger culmina no sólo una vida humana plena, sino
que con él se va también todo un siglo de
Literatura», dijo Teufel. Entre las personalidades
que acudieron a dar su último adiós a Jünger
figuraron también su editor, Michael Klett, y el
secretario de Estado Anton Pfeiffer, quien asistió
al funeral en nombre del canciller federal, Helmut
Kohl.
El funeral estuvo precedido por una misa durante
la que la nieta de Jünger, Irina, cantó el «Ave
María» de Charles Gounod. Tras las exequias, el
escritor fue sepultado en el cementerio de
Wilflingen, junto a los restos mortales de su primera
esposa, fallecida en 1960, y sus dos hijos. Vida y
obra de Jünger fueron siempre objeto de discusiones
en Alemania porque fue interpretada a veces como una
glorificación de la guerra.