Europa despide a
Ernst Jünger como uno de los maestros culturales de
este siglo
Madrid. S. C.
El entierro de Jünger tendrá lugar mañana en la
localidad de Wilflingen (en Baden-Wuertemberg), donde
vivía desde hace más de cuarenta años y donde
falleció el martes a los 102 años. El escritor
será enterrado en el mausoleo familiar, donde
también yacen su primera esposa y sus dos hijos.
Toda la Prensa europea se hizo eco de su muerte.
Entre otros calificativos, le consideran «uno de los
más grandes maestros de la cultura alemana de este
siglo».
A pesar de
existir todo tipo de rumores, ayer aún no se había
confirmado si se trataría de un acto estatal o de
una ceremonia de orden privado. Según se desprende
de los partes médicos, Jünger murió de simple
ancianidad. Se habla de un desfallecimiento sufrido
hace unas dos semanas, desde el cual permaneció en
el hospital, pero en ningun lugar se menciona una
dolencia concreta, informa José Manuel Costa. Toda
la Prensa europea se hizo eco ayer de la muerte de
Jünger. En Alemania, el «Frankfurter Allgemeine
Zeitung» (FAZ) resumía un largo rosario de
reacciones de gran solemnidad. El presidente de la
República, el canciller Kohl, toda la elite
política y cultural alemana reaccionó dando
muestras del mayor respeto. En una entrevista a Hans
Georg Gadamer, que quizá sea el filósofo alemán
vivo más importante, saluda a Jünger como «uno de
los más grandes maestros de la cultura alemana de
este siglo». Por su parte, «Die Welt» destacó la
noticia en primera página, insistiendo en que la
obra de Jünger es un monumento insoslayable. El
«Suddeutsche Zeitung» publicó un extenso informe,
reconstruyendo los problemas que tuvo el escritor
para recibir el reconocimiento último en su propia
patria.
La Prensa francesa despidió a Ernst Jünger con
los honores que se deben a los más grandes maestros,
glosando al héroe trágico de dos guerras mundiales,
al aristócrata del espíritu y al hombre de cultura
que consagró su vida a tramar creaciones de la
lengua, concebidas como armas de combate contra la
desertificación espiritual del mundo, informa Juan
Pedro Quiñonero. «Le Figaro»" publicó un
espléndido ensayo de Frederic de Towarnicki, uno de
los mejores especialistas internacionales en las
obras de Jünger y Heidegger, esclareciendo puntos
capitales de su biografía. «Liberation» aportó
precisiones significativas en el terreno más
controvertido de la biografía de Jünger: su
juventud ultra-nacionalista.
«Liberation»"insiste en que nunca fue nazi,
sino todo lo contrario: un nacionalista conservador
que llego a jugarse la vida por pertenecer a los
circulos de la resistencia contra Hitler. También
reconstruye con mucha finura el «mea culpa» de
cierta izquierda comunista alemana que tardó en
reconocer en Jünger a uno de los más grandes genios
de la literatura alemana moderna. «Le Monde» estima
que ese laberinto"de ensayos, mitos, relatos,
poesía, documentos, memorialismo... es uno de los
grandes monumentos de la cultura alemana de nuestro
siglo.
Renacentista del siglo XX
La Prensa británica dedicó ayer sendos
obituarios a la figura de Jünger, dentro de la
sobriedad aséptica con que suelen tratarse aquí los
decesos de figuras de la cultura y con la reserva que
guarda este país para todo lo relacionado con
Alemania, informa Álvaro Vargas Llosa. La Prensa de
calidad, desde el izquierdista «The Guardian» hasta
el conservador «Daily Telegraph», coincidió en el
tono y el contenido. Los aspectos que más destacaron
fueron su célebre participación en la Primera
Guerra Mundial y su evolución desde el nacionalismo
hacia el europeísmo. Los diarios valoraron asimismo
el amplio espectro de sus inquietudes y estudios, que
hicieron de él un renacentista del siglo XX. No
quedaron sin mencionar los aspectos más
controvertidos de Jünger, aunque se destacó que
nunca quisiera servir al Gobierno nazi y que fuera el
único escritor que logró publicar una novela de
contenido antinazi bajo el Gobierno de Hitler.
El ensayista Claudio Magris descargó ayer un
fulminante juicio contra la obra de Jünger, a la que
considera que como testimonio del nihilismo «le ha
faltado la grandeza radical de otros, realmente
grandes reaccionarios, como Benn, Céline o Hamsum»,
informa Pedro Corral. Los grandes periódicos
nacionales, poco dados a los despliegues
necrológicos, dedicaron al escritor numerosos
artículos, ya desde la primera página. «El último
titán», titulaba «La Repubblica», que rendía
homenaje a Jünger con tres páginas. «En las
tempestades del siglo», encabezaba «Corriere della
Sera» su crónica.