JAIME PASTOR
Ernst Jünger fue actor y testigo de la irrupción de un nuevo tipo de guerra y de nuevas formas de participación de las masas en ella a partir de 1914, interpretando esos cambios como las manifestaciones más visibles de la superación de la concepción burguesa en la lucha entre las naciones y los Estados por el poder mundial.
Ese sería el sino de una marcha acelerada de la Historia, en la que cada pueblo estaría sometido a una tensión constante entre su pasado y su destino, y en la que emerge junto a la figura del Soldado la figura mítica del Trabajador.
Bien es cierto que, tras la explosión de la bomba atómica en Hiroshima, Ernst Jünger reconoció haber sufrido un «susto» ante el efecto destructivo que la guerra había alcanzado -«la historia pareció perder su sentido», escribe luego-, lo cual le llevaría a sustituir más adelante esa visión belicista por la ilusión en un Estado mundial como algo mucho más deseable que un nuevo reparto de poder entre las grandes potencias mundiales, con mayor razón debido a las semejanzas que veía entre los dos principales antagonistas, el Este y el Oeste.
Pero lo que sobresale en la vida y la obra de este pensador fallecido a los 102 años es su papel jugado en el periodo de ascenso del nazismo como uno de los teóricos de la guerra al servicio de una nación, la alemana, que había salido perdedora con el Tratado de Versalles y que buscaba la revancha.
El escritor Walter Benjamin, comentando una significativa colección de ensayos editada por el propio Ernst Jünger en 1930 bajo el título genérico de Guerra y guerreros, fue uno de los que más abiertamente denunciaron esa visión de la movilización total para la cual «el siglo, las ideas y las armas con las que se lucha son de importancia secundaria».
Con tesis como ésa, ciega, además, ante la amenaza que suponía ya entonces el combate con gases, Walter Benjamin veía en el filósofo alemán y sus amigos unos «acondicionadores de ruta para la Wermacht» que terminarían contribuyendo a una nueva, más radical y cruda guerra de agresión.