cultura
18-02-1998

ERNST JUNGER / EL MENSAJE

Mito y mitología

CARLOS PARIS

Coronado de laureles, tanto los bélicos, cosechados en las dos guerras mundiales, como literarios, producto de una singular mitificación, ha muerto Ernst Jünger. Hace breves años paseó triunfante, ante la beatería de nuestros medios, por diversas universidades españolas. Que yo recuerde, sólo el escritor gallego Méndez Ferrín hizo sonar su voz certeramente crítica y discordante -justamente en estas páginas de EL MUNDO- ante tal clima de devoción.

La cultura alemana de nuestro siglo desde los expresionistas hasta Günter Grass o Martin Walser, pasando naturalmente por Bertold Brecht y otros, ha sido capaz de levantarse hasta una acerada crítica de la hipocresía y la deshumanización de la civilización integradora.

Pero otro sector, en el cual figurarían los afamados Heidegger y Jünger, aun partiendo también del descontento, de la repulsa, se dejó arrastrar por los mitos movilizadores del nazismo. Semejante juicio de carácter político afecta también -como es natural- al contenido de la escritura y al mensaje. Jünger, ciertamente, escribió sobre la necesidad de la libertad y sobre la técnica -fenómeno que le fascinaba-. Pero no fue capaz de percibir que el camino hacia la libertad había de ser la construcción de una nueva sociedad y la reapropiación humanista de la técnica en ella, en lugar de la mera autoafirmación heroica del ser humano, proclamada por el escritor germano, ahora fallecido.

El Mundo